Si queremos formar parte de una empresa tecnológica e innovadora, deberíamos saber cuáles son las competencias profesionales que valoran los departamentos de recursos humanos de estas corporaciones.
La aptitud y actitud son importantes, sobre todo durante las diferentes entrevistas de trabajo que realicemos a lo largo del proceso de selección, pero esas competencias las trataremos en otro artículo. En esta ocasión nos centraremos en las habilidades que complementan a los conocimientos acumulados durante nuestra formación académica y laboral.
10 habilidades más valoradas en las empresas tecnológicas
- Focalización hacia resultados. Preocuparse por trabajar para el logro de metas y objetivos marcados y obtener resultados de excelencia para la empresa.
- Organización del trabajo. Organizarse óptimamente y cumplir compromisos, creando las condiciones adecuadas para desarrollar las tareas con el máximo de eficacia y eficiencia. Realizar las tareas de forma autónoma, pero compartiendo con el grupo los resultados y solicitando ayuda.
- Iniciativa, Proactividad y Liderazgo. Inspirar y orientar la acción de los grupos humanos en una dirección determinada. Anticiparse a las necesidades y actuar en consecuencia. Realizar propuestas para mejorar el proceso productivo, el servicio a los clientes o las soluciones propias.
- Espíritu de cooperación. Participar activamente en la consecución de una meta común, incluso cuando la colaboración conduce a una meta que no está directamente relacionada con el interés propio.
- Gestión de conflictos y problemas. Analizar de forma lógica y estructurada una situación/problema hasta llegar a determinar las posibles causas y proporcionar alternativas válidas de solución al mismo.
- Orientación al cliente. Anticipar y dar respuesta a las demandas del cliente, proporcionando las soluciones más idóneas para satisfacer sus necesidades y estableciendo con él una relación de confianza.
- Comunicación. Mantener relaciones profesionales cordiales con personas de su entorno de trabajo, dentro y fuera de la organización, mostrando facilidad para comunicarse de forma clara, coherente, empática y asertiva. Potenciar la marca personal y la comunicación en las redes sociales
- Flexibilidad. Aceptar el cambio, adaptándose y trabajando eficazmente en distintas y variadas situaciones, con personas o grupos diversos y mostrando capacidad de resiliencia
- Disposición hacia el aprendizaje. Interés por seguir desarrollándose y adquirir o ampliar conocimientos y desarrollar habilidades que permitan afrontar nuevos retos para contribuir a la organización
- Honestidad. Comportarse con coherencia y claridad en principios y valores, defendiendo la verdad, la justicia y la razonabilidad, practicando lo que se predica.
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Para poder mejorar en estas habilidades, debes conocer primero tu nivel competencial en cada una de ellas y aceptar la valoración y feedback que te ofrezcan tus compañeros, supervisores, jefes de proyecto, clientes, etc. y luego plantear un plan de acción a corto y medio plazo. Tan importante es progresar en conocimientos como en habilidades.