Estimado Jef@:
Te escribo desde la confianza que me da conocernos desde hace tiempo y saber que tomarás mis palabras en sentido positivo y no habrá ninguna represalia en mi contra por hacértelas saber.
Soy consciente de que tienes una gran responsabilidad, de que trabajas más horas de las debidas y de que siempre estás ocupado, por no hablar de la presión a la que estás sometid@ a diario.
Quiero que sepas que estoy aquí para conseguir nuestros objetivos comunes para lo que necesito que confíes en mí. Cuando siento que dudas de mi profesionalidad algo me duele en el alma. Como todo el mundo, en alguna ocasión he podido cometer algún error, más o menos importante, pero nunca intencionado. Es en esos momentos en los que necesito tu comprensión y no tu regañina.
Cuando empiezas una frase diciendo “Me gustaría…” sé que a continuación no habrá un objetivo concreto y yo necesito objetivos algo más concretos, que me especifiques qué esperas de mí, cómo quieres que haga el trabajo, qué contenido básico debe tener, en qué plazo debo presentártelo …
Me gustaría … que hablaras conmigo de manera más cotidiana, no solo en el momento en el que evalúas mi desempeño anual, el resto del tiempo también necesito que refuerces mi trabajo diario y me expliques el porqué de las cosas. Mi motivación necesita motivos y cuanta más información tenga más fácil será que el trabajo que haga cumpla tus expectativas.
Supongo que hay veces en las que no hago las cosas como tú esperas, por lo que te pediría que en esos momentos seas sincer@ y me lo hagas saber. Del mismo modo, cuando haga un buen trabajo, por favor, dímelo, cuando reconoces mi trabajo siento que merece la pena el trabajo hecho. Cuando me dices “bien hecho” experimento una sensación muy reconfortante que me hace sonreír y sentirme orgullos@.
Si tienes algo que decirme, por favor, no esperes a la Evaluación del Desempeño anual para decirme en qué crees que puedo mejorar, nos vemos todos los días, pero cuando lo hagas, que no sea en público, por favor. Si alguna vez hago algo mal coméntamelo en privado, me hace sentir mal si lo haces delante de mis compañeros.
Sabes que tengo días mejores y peores, como todos, y que si alguna vez te he tenido que pedir un favor es porque realmente lo he necesitado. Me pueden surgir imprevistos, como a todo el mundo, y posiblemente necesite en algún momento de tu comprensión. Si me ayudas en mis problemas mi lealtad se multiplicará por mil y reavivará mis ganas por dar lo mejor de mí.
Si nos comunicamos de forma sincera y directa, siempre desde el respeto y la profesionalidad, estoy segur@ de que conseguiremos grandes cosas juntos.
Un saludo.
Ejemplo de carta
Esta es una carta ficticia, pero si te sientes identificad@ con uno o varios de sus párrafos, coméntaselo en cualquier momento a tu Jef@ o aprovecha la próxima Evaluación del Desempeño en la que tú también podrás expresar tus opiniones.
Con la Evaluación del Desempeño mejoras tú, mejoramos todos.