¿Es el crecimiento un problema?
Mucho se ha escrito en los últimos tiempos acerca de los cambios que se están produciendo en los entornos de Tecnologías de la Información y Comunicaciones y, en particular, sobre nuevas tecnologías y metodologías de trabajo que han aparecido, cuyo principal objetivo es cubrir unas necesidades de negocio cada día más exigentes para cualquier empresa que requiera de la tecnología para producir sus servicios. Desde SATEC hemos expuesto en numerosas ocasiones nuestro punto de vista y experiencia respecto a distintos ámbitos tecnológicos (ya sea los entornos Cloud, las nuevas tendencias en redes basadas en software (SDN), la Ciberseguridad, los entornos industriales (IoT) o el Machine Learning), pero en esta ocasión vamos a centrarnos en analizar, desde nuestra posición de observador y actor implicado en estos cambios, el impacto que esta evolución tecnológica está teniendo en los equipos profesionales dedicados a la implantación, administración y operación de las infraestructuras que soportan estos servicios.
Si tratamos de disponer de una información de contexto que nos permita entender la adaptación que deben abordar los profesionales de I&O (“Infrastructure and Operations”), no podemos por menos que centrarnos, como puntos principales de este cambio, en el crecimiento que se está produciendo en el sector en varios factores:
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- Como se apunta en el informe “Cisco Annual Internet Report (2018–2023)” el crecimiento en el número de equipos conectados a Internetdurante este periodo tendrá una tasa de crecimiento anual compuesto entorno al 10% de manera sostenida, si bien este incremento es asimétrico en función del tipo de dispositivo conectado, siendo especialmente significativa la tasa de crecimiento de conexiones M2M (19%) o de dispositivos Smartphone (7%). Así, el citado informe estima que en 2023 el número de dispositivos conectados a redes IP será más de 3 veces la población mundial, situándose en torno a los 29.300 millones de dispositivos. Es razonable, por tanto, establecer una relación directa entre este incremento y la necesidad de un mayor número de profesionales dedicados a la gestión de estas infraestructuras.
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- En la misma línea, el citado informe apunta un continuo incremento en cuanto a las infracciones de seguridad y los Ciberataques. Las amenazas de Ciberseguridad sufren un aumento más que significativo año tras año, por lo que cualquier empresa o usuario con conexión a redes necesita invertir en su protección. Especialmente interesante nos ha parecido el informe “2020 Roundup Of Cybersecurity Forecasts And Market Estimates”, de Forbes donde, la publicación estadounidense especializada en el mundo de los negocios y las finanzas, hace un detallado análisis de las inversiones que las empresas deberán realizar en Ciberseguridad en los próximos años. Como puntos significativos, el estudio observa la necesidad de incremento del gasto tanto en nueva infraestructura (“in-house”) como en servicios en la nube. Forbes prevé una expectativa de incremento anual de gasto en servicios internos de ciberseguridad en torno al 7,2% mientras que el incremento en servicios y productos externos será aún superior (8,4%). De este modo, el mercado global de ciberseguridad crecerá un 86% hasta 2026 (hasta los 270.000 millones de dólares), estando el 77% del gasto centrado en servicios de seguridad gestionados por terceros.
- Como punto final sobre el crecimiento del mercado TIC, es sobradamente conocido la búsqueda, casi obsesiva, del mercado en lo que se ha denominado la Transformación Digital en las empresas. En el mercado actual, independientemente del sector en el que opere, cualquier empresa que pretenda mejoras en sus sistemas de producción, en la forma de ofrecer sus servicios o en la eficiencia de sus empleados (máxime en estos tiempos de confinamiento) debe haber abordado una inversión en tecnología, poniendo especial foco en la constante búsqueda en la mejora de los servicios, las nuevas formas de producirlos (metodologías Agile, DevOps…) y mayor eficiencia en el modo de ofrecerlos y administrarlos (entornos Cloud, redes SDN, automatización…). Pero esta transformación supone una serie de retos importantes a los que deben enfrentarse los responsables de Infraestructura y Operación. Según el informe de Gartner “2019 Strategic Roadmap for Networking”, las mayores preocupaciones de estos líderes pasan por conseguir gestionar adecuadamente los cambios tecnológicos a los que se ven abocados en un entorno donde se observa una escasez de perfiles profesionales con formación en estas nuevas tecnologías.
Si analizamos cualquiera de los puntos anteriores de forma aislada, todo nos lleva a pensar que en el próximo lustro habrá una importante demanda de profesionales TIC, sin embargo, si analizamos todos estos puntos de forma conjunta nos daremos cuenta de que los responsables de I&O deben dejar de pensar de forma tradicional y comenzar a prepararse para una nueva forma de administrar y operar sus infraestructuras marcada, principalmente, por la escasez de profesionales para realizar estas tareas. Esta aseveración se hace mucho más patente si atendemos a las previsiones que, empresas como Randstad, exponen desde hace tiempo (“La digitalización: ¿crea o destruye empleos?”) en las que claramente apuestan porque, en los próximos años, habrá un claro desequilibrio entre oferta y demanda respecto al número de ingenieros STEM (las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), siendo especialmente notable la brecha en España durante la próxima década.
El cambio como solución
Con el panorama descrito hasta el momento, se convierte en un factor crítico para el éxito de cualquier empresa un cambio de mentalidad en cuanto a la gestión de sus infraestructuras y la producción de sus servicios que permita “hacer más con menos”. Como en otras épocas de la historia de la humanidad, un cambio sociológico o en los negocios conlleva un crecimiento exponencial en la demanda de determinados servicios que debe ir acompañado por una oferta adecuada de los mismos. En estos momentos podemos decir que estamos viviendo, más allá del tan manido término de la “cuarta revolución industrial”, un proceso que conlleva la industrialización de la producción de servicios TIC y, como pieza básica de ese desarrollo, la industrialización de la administración y operación de las infraestructuras sobre las que se apoyan dichos servicios.
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Así, los responsables de Tecnología de cualquier empresa que necesite mejorar su producción (o reducir el tiempo de entrega de sus servicios), con el objetivo de subirse al tren de la citada industrialización, deben aceptar, más pronto que tarde, el movimiento que se está produciendo “bajo sus pies” y adaptar su entorno profesional según los cambios que se están produciendo en distintos ámbitos que analizamos a continuación.
Cambios Tecnológicos
Para poder afrontar el incremento en la demanda de servicios de un modo eficiente ha sido necesaria la adaptación de parte de la tecnología existente. De otro modo hubiera sido imposible conjugar el notable incremento de nuevos tipos de accesos y servicios TIC con la reducción de profesionales con capacitación y experiencia en estos entornos. Este cambio pasa por la incorporación a la tecnología de nuevas técnicas de orquestación y automatización de tareas relacionadas con las infraestructuras. Algunos ejemplos claros son la autoprovisión de servicios en entornos Cloud (IaaS, PaaS, …), las nuevas tecnologías SDN, que permiten administrar y gestionar de forma orquestada los elementos de red que componen un Data Center, una red WAN o Campus; o las nuevas características de los elementos de red relacionadas con la programabilidad y, por tanto, la automatización de tareas propias de los administradores de las infraestructuras, como pueden ser la provisión de servicios, la ejecución de tareas de comprobación para cumplimiento normativo o la realización de mantenimientos preventivos.
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Cambios en los modelos de producción
En paralelo, se ha producido una clara evolución de la producción Software gracias a nuevos métodos mucho más ágiles que conllevan una integración y despliegue continuo de nuevos productos y servicios. Esto ha supuesto una mayor implicación en esta tarea de los responsables de la infraestructura. Ingenieros de Sistemas, tradicionalmente, pero también de Redes y Seguridad se han integrado en los equipos de trabajo junto con los desarrolladores de aplicaciones con el objetivo de apoyarles y reducir al máximo los tiempos de integración y despliegue de las mismas (metodologías ágiles, entornos DevOps…).
Cambios en los perfiles profesionales
Parece claro que la tecnología y los modelos de producción están preparados para abordar estos cambios, pero las empresas necesitan de profesionales que las acompañen en esta transformación, lo que debe suponer la adaptación y crecimiento de los perfiles profesionales tradicionalmente involucrados en la administración de infraestructuras TIC. Las líneas de separación entre distintos grupos tecnológicos son cada vez más delgadas de modo que, las nuevas tecnologías (Cloud, SDN, AIOps…) y los nuevos modelos de producción de servicios requieren de profesionales con un conocimiento más transversal y con mayor capacidad de interacción con sus compañeros. Esto quizás no suponga un reto para los nuevos profesionales, recién incorporados al mercado laboral y con facilidad de aprendizaje y adaptación a “lo desconocido”, pero sí puede ser una barrera difícil de franquear para profesionales senior, que pueden llevar años centrados en su metodología y ámbito de trabajo y en el perfeccionamiento de su conocimiento matriz (las redes, la seguridad, el Data Center…). Sin embargo, el nuevo entorno TIC ha venido para quedarse, por lo que las personas que llevamos tiempo en este sector no tenemos otra opción que la adaptación, la adquisición de nuevo conocimiento y la aportación de nuestra experiencia en ese cambio.
La gestión del talento como solución
Por tanto, los responsables de departamentos de I&O deben centrar sus esfuerzos, más que nunca, en una transformación de sus equipos de trabajo para poder acompañar la pretendida transformación digital de sus empresas. Es fundamental que dediquen una parte significativa de su tiempo, y el de sus equipos, a la formación y adaptación de sus habilidades profesionales, gestionando y enfocando el talento para poder manejar los cambios anteriormente detallados. Desde este punto de vista, algunos de los ámbitos que deberán considerarse son los que identificamos a continuación.
Conocimiento transversal
Unos años atrás, algunas de las disciplinas tecnológicas relacionadas con las infraestructuras (por ejemplo, las redes de datos, los sistemas o la Ciberseguridad) eran independientes del sector en el que se aplicaran (energía, transporte, telecomunicaciones, etc.), lo que permitía que los profesionales de estas disciplinas pudieran desarrollar su trabajo independientemente del sector para el que trabajaran. La “democratización” del acceso a Internet, la explosión de tecnologías como M2M o el IoT y la implantación de nuevo servicios en la nube, que “obliga” a determinados sectores a replantearse sus comunicaciones y salir de sus entornos privados, ha creado nuevos entornos de relación entre las TIC y cada uno de los sectores productivos, “obligando” a los profesionales de entornos como las comunicaciones, la seguridad o, por supuesto, el desarrollo de aplicaciones, a necesitar una mayor conocimiento del negocio principal de las empresas para las que trabajan con el objetivo de adaptar la arquitectura y diseño de sus infraestructuras a las necesidades del negocio. Por este motivo, los profesionales TIC debemos disponer de un conocimiento transversal que aúne no solo el conocimiento tecnológico, sino el que nos permita entender las necesidades del negocio al que servimos (Telecomunicaciones, Sanidad, Transporte, Distribución…). En este sentido, las Universidades llevan años reaccionando, apareciendo en su oferta de grados y masters, nuevas carreras mixtas que permiten una formación dual a los nuevos profesionales TIC (Ingeniería Informática y Administración y Dirección de empresas, Telecomunicaciones y Aeronáutica, Ingeniería de Datos e Ingeniería de Telecomunicación, Física e Ingeniería Industrial…). Los profesionales senior, por su parte, han paliado estas carencias formativas mediante la formación práctica y su experiencia de años de trabajo, abriendo su mente para poder entender las necesidades de la empresa y la solución técnica que puede cubrirlas.
Habilidades personales
Según la empresa de servicios de recursos humanos Randstad (“Los perfiles tecnológicos profesionales más demandados de hoy a 2020”), en cualquier proceso de selección, además de la formación, la especialización o la experiencia, las empresas valoran cada vez más en los candidatos otras habilidades no técnicas como pueden ser la flexibilidad, el compromiso, la capacidad de comunicación o el trabajo en equipo. En el caso de los entornos TIC, a veces abstractos y complicados de entender para directivos de compañías que necesitan tomar decisiones respecto a la incorporación de nuevas tecnologías a sus cadenas de producción, su ciclo de ventas o sus servicios a clientes, este tipo de habilidades son cada vez más importantes en el profesional tecnológico. Conseguir entender los objetivos de los responsables de producción o de negocio, adaptarnos a sus necesidades, trabajar codo con codo con ellos y empatizar con sus preocupaciones, poniéndonos en su lugar y tratando de trasladarles información adaptada a su conocimiento tecnológico, es una parte vital del profesional TIC. Estas habilidades, personales e innatas en algunos, deben ser trabajadas en cualquier caso con la experiencia y el día a día de nuestro trabajo.
Conocimientos técnicos
Ante la perspectiva de la sobrecarga de trabajo que se les puede avecinar, los responsables de las Infraestructuras y Operaciones de las empresas con alta carga de TIC estamos trabajando intensamente no solo en la adquisición de nuevas metodologías o entornos tecnológicos, sino en la capacitación de nuestros equipos de personal TIC con el objetivo de conseguir profesionales mejor formados tecnológicamente y preparados para abordar los nuevos retos que se nos presentan. Hasta hace unos años, la experiencia y especialización eran la clave para disponer de equipos preparados para implantar, administrar y gestionar las infraestructuras existentes. En la actualidad, más allá de estos dos valores, existe una necesidad de formación tecnológica transversal que permita al técnico o ingeniero afrontar su día a día con un nuevo enfoque, buscando no solo la ejecución de su trabajo diario sino la optimización de este, reduciendo los tiempos de entrega y minimizando los posibles errores humanos. Para ello, independientemente de su área de especialidad, cualquier profesional relacionado con las Infraestructuras y Operación debe disponer de una base de conocimiento previa que potencie su rendimiento y le permita estar preparado para abordar diseños y problemas de un modo más transversal. Para ello, desde el punto de vista de SATEC, un buen profesional del sector debe adaptar su capacitación formándose en distintos ámbitos tecnológicos como los siguientes:
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- Conocimiento base extenso: Hasta el momento, muchos de los profesionales de I&O centraban su formación en un área tecnológica, consiguiendo una formación vertical (o especializada) en un corto periodo de tiempo, lo que puede suponer un problema cuando hay que abordar proyectos transversales, más del mundo real, donde difícilmente existe un entorno absolutamente aislado. Desde nuestro punto de vista, el nuevo ingeniero de Infraestructuras debe tener un conocimiento base en múltiples disciplinas tecnológicas que le permita disponer de habilidades para afrontar las nuevas soluciones que están apareciendo en el mercado (SDx, Cloud, Seguridad…). Así, al menos, un ingeniero junior debe tener formación en entorno de comunicaciones (routing, LAN switching y WIFI), servicios IP (protocolo TCP/IP, servicio de nombres DNS, DHCP, SNMP, etc), seguridad (bastionado de elementos de red y sistemas, integración de elementos de seguridad en una arquitectura de red y sistemas, etc.) y, por último, un importante conocimiento de sistemas(principalmente en sistemas operativos Linux y arquitecturas de almacenamiento como base para poder afrontar la optimización de su trabajo mediante la programabilidad y la automatización).
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- Conocimiento base avanzado: Con los años y la experiencia en la participación en proyectos, el nuevo ingeniero de Infraestructuras y Operación debe afianzar sus conocimientos, no solo en el área de especialización que seleccione, sino profundizar en esos conocimientos transversales que serán fundamentales para abordar problemas complejos y adaptarse a las tecnologías actuales. Entre ellos destacamos el conocimiento en soluciones de comunicaciones recién llegadas al mercado (como son las redes basadas en software, la virtualización de entornos de red y, principalmente, las soluciones de orquestación de infraestructuras). Del mismo modo, es conveniente la adquisición de experiencia en infraestructuras de seguridad y balanceo que les serán útiles para la abordar diseños de nuevas arquitecturas de seguridad. Por último, como base para la programabilidad y automatización, objetivo fundamental en la adquisición de nuevas habilidades tecnológicas que permitan optimizar el rendimiento del trabajo del profesional I&O, desde SATEC estamos apostando por la formación en tecnologías de virtualización de sistemas, arquitecturas Docker y soluciones en nube.
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- Área de Optimización: Como en cualquier trabajo, el profesional I&O debe realizar, a lo largo de su vida profesional, una serie de tareas que pueden ser relativamente repetitivas o, en algunos casos, sencillas de automatizar mediante pequeños scripts o herramientas que nos permiten la optimización de nuestro trabajo. Con este objetivo, cualquier ingeniero de Red, Seguridad, Sistemas u OSS debe tener formación y capacidad para ejecutar scripts, más o menos complejos, en lenguajes de programación sencillos y sentirse cómodo trabajando con herramientas de automatización que reduzcan su tiempo de ejecución de tareas y, como complemento, posibles errores humanos típicos de la ejecución de tareas repetitivas. En este sentido, desde SATEC llevamos tiempo formando a nuestros equipos de Tecnología en estas herramientas (principalmente Ansible, por su capacidad “agent-less”, pero también en otras como Puppet o Chef) y en Python como lenguaje de programación.
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- Área de especialidad: Con los conocimientos anteriores bien consolidados, cualquier ingeniero de I&O tendrá capacidad para poder desarrollar su carrera profesional en nuestro sector, permitiéndole dicha base de conocimiento afrontar nuevos retos y crecer profesionalmente en base al área de especialidad que, o bien su elección o las posibilidades de su puesto de trabajo, le permitan: Ciberseguridad, Data Center, Telco Networking, Enterprise Networking, BSS/OSS…
En consecuencia, como Director del Departamento de Tecnología de SATEC, veo cada día estas nuevas necesidades que nos demandan nuestros clientes, lo que me lleva al convencimiento de que la única forma de abordar los nuevos retos que la evolución de los entornos TIC nos están pidiendo, pasa porque los directores de profesionales relacionados con las Infraestructuras y Operación invirtamos no solo en la capacitación de nuestros equipos, algo obvio, sino en nuestro propio desarrollo profesional, interiorizando primero las nuevas metodologías y tecnologías aplicadas a nuestros entornos de trabajo para, una vez realizado este autoaprendizaje, diseñar y facilitar la ejecución de planes de formación de nuestros equipos, liderando la implantación de nuevas metodologías de trabajo y las citadas herramientas de programabilidad y automatización en las tareas diarias de los mismos. Del mismo modo, como profesional especializado en la infraestructura de redes de datos, considero que, nuevamente, estos retos supondrán un esfuerzo de adaptación para todos los trabajadores de los entornos I&O que, como en otras ocasiones, debemos ver con el entusiasmo y la energía que debe producir en nosotros una nueva oportunidad de renovación que ampliará nuestro conocimiento y nuestras capacidades profesionales.
Artículo publicado el 7 de Julio en la revista “RRHH DIGITAL”. Puedes verlo aquí.
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